Porque siempre habrá un pero…

Soy barranquillero. Y por eso, por serlo, no creo que deba aceptar las componendas de la clase política, el despilfarro de nuestro erario, el manejo de nuestro imaginario ni como manipulan nuestro carnaval.

No creo que nuestros políticos sean los mejores como lo dicen las encuestas ni que nuestro equipo es el mejor del mundo. Acepto las cosas con el beneficio de la duda. Porque por mas que ‘idolatre’ a un artista o deportista tendré muy en cuenta su comportamiento social.

Adoro la Danza del Congo pero se que en otra región de Colombia sale una danza muy parecida (no les voy a decir) e inclusive en el caribe es baile de una de esas islas. No creo que Gabriel García Márquez sea el escritor que todo áulican ni que los espacios que le venden a los turistas de mi ciudad sean los que dicen ser.

Por el hecho de haber nacido en esta región no puedo aceptar como héroes a los jefes paramilitares ni mafiosos que se posicionaron en épocas de bonanzas; Diomedes Díaz puede ser muy buen cantante pero su comportamiento social deja mucho que desear y no creo que sea ejemplo para nadie, igual sucede con prohombres elevados en bustos y estatuas.

No creo que el Transmetro sea la puteria y que ello nos haya disparado a las megametrópolis. Es un esperpento y el que no  lo quiera ver así de malas. Muchos de los nacidos acá sacan pecho de nuestro pionerismo – primeros en todo, en la radio, en la aviación, correo y demás - que a la larga no nos ha servido pa’na. Así que de eso tampoco me ufano.

Me gusta el latín y creo que hay música mas allá de Un Verano en Nueva York y La Cinta Verde. Amo la cumbia y los bailes cantaos. No me gusta el bocachico pero muero por unas buenas sopas de guandú y se que eso no me hace menos que nadie, ni mas…

Me emputan muchas vainas como la inseguridad, los espacios de miedo y el tonito paternalista con que algunos políticos engrupen a los ‘periodistas’ que los entrevistan o les inquieren por cualquier problema de la ciudad.

Pero mas me emputa es que te diga A y entiendas B a sabiendas que estamos hablando de números.