Pedí a mi corazón, que me inspira la razón.
Y el corazón se me lleno de Lucho, Galán y Hernández,
de cumbia guaracha y salsa picante,
de Matamoros, Escalona y Beny Moré,
de vallenato, de merengue puro de Juan Luis Guerra,
de Billo Frometa y Rubén Blades.
Y entonces se me rellenó la boca
de puro orgullo y le contesté:
caribe soy, soy, soy, a mucho honor,
y ahí donde dice señas particulares,
ponga caribe soy, caribe soy, soy, soy
Somos Caribe, caribeños? Gozamos y sentimos esa caribeñidad de la que hablan los entendidos? Y no saquemos pecho ahora gritando que somos Caribe porque vivimos a la orilla de ese mar o porque no gusta ese pescado o porque bailamos cumbia o… No. Creo que nosotros estamos muy lejos de ese Caribe que creemos habitar, más cerca están los paisas y vallunos. Creyéndonos que Pacho Galán o Lucho Bermúdez o cualquier otro de esos citados por Cabas se oyen a cada raro en el dial.
Y es algo tangible, cuántos de nosotros sabemos que el rondón es un plato tipico de San Andrés? O de cualquier otra de las islas que pululan en el sector? O que se está produciendo musicalmente en esas islas aparte del baile del perrito? Lo más cercano a saber esto es la muestra que nos trae barranquijazz cada año, del resto vivimos en un ostracismo creyéndonos el ombligo del mundo; que somos los más felices, los más bailadores, los más carnavaleros mientras el Caribe, ese marenostrum se aleja cada día mas anclándose en un Mediterráneo que goza con todo su imaginario.
Vivimos preñados de un anecdotario que nos creemos al pie de la letra. Ni en lo deportivo nos acercamos, el beisbol que manda la parada en el resto del circuito es aquí aprovechado por un puñado de narradores que creen que vivimos pegados al televisor viendo cualquier serie. Hey son 10 gatos na’mas.
Excepciones las hay, personas inquietas las hay pero atrevernos a ir hasta allá y dejar por un momento de lado todos esos estereotipos que nos mantienen atados a una falacia prefabricada, no creo. En los mejores momentos del Festival de Música del Caribe o el de la Luna verde se lograron muchas cosas hoy olvidadas. Oímos el Si Si Colombia, si si Caribe y creemos que es jingle de una campaña política en el mejor de los casos cuando no parte del himno de nuestra selección, pero hasta ahí.
Creer que por oír reggaetón a la lata o rapear ese hip hop mal copiado somos ya personas de mundos desarrollados cantando nuestras miserias; No, ser Caribe es más que eso; es una actitud frente a la vida, a la realidad; es mirar de frente y sin medios un horizonte infinito. A lo mejor creo que necesitamos una caribeñidad mas diciente, mas de integración sin preocuparnos lo que suene en la radio o traigan de moda los mayaminenses.
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