El encuentro se desarrollaba normalmente. A medida que transcurría el tiempo reglamentario, los ánimos se iban caldeando. Después de un centro de C., y en un descuido de su marcador Roberto se descolgó con la pelota pegada a sus pies por toda la línea izquierda. -Dispara!, dispara!-.
Dicen que fue lo último que dijo el técnico desde la banca cuando una ráfaga vomitada desde un rincón de la cancha celebró con estrépito el gol que le había metido a la vida.
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1 Comentarios:
Miren este video que encontré de Sprite, excelente el graffiti!! http://bit.ly/GraffitiSprite
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