Este texto publicado por la revista Mejoras en los años 40 da muestra de la grandeza y mantenimiento de una ciudad que hacía pensar en una cosmometropoli del futuro; algo en algún memento detuvo este ímpetu pero ahí quedan los sueños de los que creyeron.
Mapa correspondiente a la necrópolis indígena encontrada en la ciudad de Barranquilla
Es la hermana menor de las tres ciudades colombianas del atlántico, fundada por Francisco Macías Berdejo en 1729. A orillas de las Barrancas de san Nicolás de Tolentino fue adquiriendo rápido crecimiento asentando a sus primeros habitantes – ganaderos y pescadores – quienes previeron su futuro, por saber de su privilegiada situación geográfica. Su portentoso desarrollo presente es apenas pálido reflejo de su porvenir.
Es la ruta natural de América, y en ella tocan las líneas aéreas intercontinentales. La realización de Bocas de Ceniza –viejo y redentor anhelo colombiano – le abrió la ruta de todos los continentes. Puerto fluvial y Terminal Marítimo, legitimo orgullo de Colombia, en donde atrancan barcos de gran calado, de muchas líneas marítimas, dejando sus mercancías y pasajeros en la ciudad misma. Limpia y sana, cuenta con servicios públicos de primer orden hoteles dignos de parangonearse con los primeros de sur y centro América – como el del Prado -; cuenta, además, con inmejorables servicios de luz, agua, transportes eficientísimos y todo lo que tienen y hacen grata a las ciudades modernas.
0 Comentarios:
Publicar un comentario