Hay un total relajo histórico con esto de los 200 años de la erección de nuestra ciudad en villa. Pareciera que los hechos históricos los acomodaran a sus intereses políticos, a los intereses de sus presupuestos sin importarles mas ná. Y los dolientes de la ciudad? bien gracias y tu?.
Pero hoy pareciera que soplan otros vientos y leemos con beneplácito esta nota aclaratoria publicada por zonacero del profesor e historiador Milton Zambrano.
Así que a leer, a reenviar, a estudiar a ver si de una vez por todas hacen que el Juan Gabriel hable de 200 años de erección en villa y no de su fundación.
Lo que celebramos en abril y no en febrero son los dos siglos de conversión o elevación de la antigua parroquia a Villa Capital
del Departamento de Barlovento.
Milton Zambrano Pérez
Es pertinente aclarar el asunto del Bicentenario en relación con el Carnaval de este año 2013. Sobre todo porque quienes no conocen la historia de la urbe (especialmente los extranjeros) tienden a confundir la edad de Barranquilla con la celebración del próximo 7 de abril. Personas del exterior y periodistas de otras partes del país escriben acerca del Bicentenario como si se tratara de los doscientos años de haber sido fundada nuestra ciudad.
Lo cierto es que Barranquilla no está cumpliendo en este 2013 dos siglos de haber surgido, pues su aparición en la historia data de principios del siglo XVII, en una fecha imposible de precisar en términos de año, mes y día por cuanto la población no fue fundada siguiendo las normas de los españoles sino que emergió de la descomposición y la influencia de varios embriones, entre los cuales se destaca la desintegración de la Hacienda de San Nicolás. Su origen fue muy espontáneo y por eso se pierde en la bruma del pasado, aunque su edad probable (inferida de los cálculos de los historiadores) ya se acerca a los cuatro siglos.
De tal manera que en este 2013 no celebramos el Bicentenario de la fundación de Barranquilla ni los doscientos años de Curramba, por la sencilla razón de que nuestra urbe no fue fundada y porque sus días en la historia sobrepasan los dos siglos. Si esto es así, entonces, ¿de cuál Bicentenario estamos hablando?
Lo que celebramos en abril y no en febrero son los dos siglos de conversión o elevación de la antigua parroquia a Villa Capital del Departamento de Barlovento. Dignidad y fuero legal otorgados por el Gobierno de Cartagena debido al apoyo que brindaron los barranquilleros a los revolucionarios que se enfrentaban al poder colonial español a principios del siglo XIX.
Aquel 7 de abril de 1813 Barranquilla fue transformada en Villa como un reconocimiento a la ayuda que le brindó a la Independencia y como resultado de una estrategia de los gobernantes de Cartagena para conservar sus aliados regionales, en vísperas de la Reconquista que llegó a Cartagena en el año 1815 de la mano de los ejércitos realistas del general Morillo.
En consecuencia, lo que estamos celebrando este año 2013 es el ascenso a Villa de Barranquilla, ocurrido el 7 de abril de 1813. Es decir, se trata del Bicentenario de la conversión en Villa de nuestra urbe, pero nunca de su fundación ni mucho menos de su nacimiento. No está de más destacar que la costumbre y la institucionalidad han convertido esta efeméride en el Día de Barranquilla, en parte porque carecemos de una fecha exacta relacionada con el nacimiento o la fundación de la urbe.
¿Está bien mezclar el Carnaval con la lucha por la Independencia en la fórmula Carnaval del Bicentenario? El concepto no es tan preciso, puesto que el Carnaval va del 9 al 12 de febrero en tanto que el Día de Barranquilla es el 7 de abril. Pero sí combina bien por el lado del año, ya que este 2013 se conmemoran doscientos años de haber sido convertida en Villa nuestra ciudad en el marco de la lucha por la Independencia.
Démosle curso, pues, al Carnaval del Bicentenario.
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