La Ley pa’los de ruana

Alguna vez leímos en crónica de prensa que en las afueras de las cárceles colombianas crecían unan serie de negocios informales muy si generis. Algunas matronas alquilaban faldas para que a las visitantes que llegaban vistiendo yin se les facilitara la requisa y quizás también lo de la visita conyugal; otras rentaban chancletas por no permitirse la entrada de zapatos de tacón en la penitenciaria pues estos podrían convertirse en al letal o esconder algo en su interior.

Hoy a raíz de la llegada de los parapoliticos a las cárceles esto pareciera haber cambiado. En la sección Teléfono rosa del periódico EL TIEMPO del día de hoy nos informan que esto sujetos festejaron por todo lo alto con asado incluido y acompañado de familiares y amigos sus tantos días de permanencia en la cárcel. Y lo de ruana, los otros prisioneros, tuvieron que conformarse con el olor pues ni les permitieron visitas – por aquello de la seguridad para con lo visitantes – y tampoco el ingreso de artículos suntuosos y quizás peligrosos como papel higiénico, pasta dental y palillos mondadientes. ¿Qué tal señor Uribe?

'Parapolítica' I

Por estos días, se ven desfilar muchos carros blindados, escoltas y personajes por la cárcel La Picota, donde están los congresistas del escándalo de la 'parapolítica'. La personalidades son tantas que ya bautizaron el patio donde están como 'El Congresito' y se trata de gente tan pesada que el costo de un mandado para comprar cosas fuera del penal pasó de 5 mil a 20 mil pesos. Cuentan que el interno más chistoso es Alfonso Campo Escobar, quien a la hora de comer llama a sus compañeros a formar "en bloque" y uno de los inquilinos que más 'camella' es el ex gobernador y médico Miguel Ángel Pérez, al que se le disparó la clientela.

'Parapolítica' II

Y un detalle menos simpático de La Picota. El domingo pasado, mientras los congresistas detenidos pasaban su primer fin de semana en prisión con un asado al lado de sus esposas e hijos, otros internos ni siquiera pudieron recibir los rollos de papel higiénico que sus familiares les llevaban. Todo por cuestión de seguridad. Los guardianes del Inpec, además de impedir el ingreso de estos elementos, les prohibieron entrar alimentos. ¿Acaso la ley no es la misma para todos, por más congresistas que sean?

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