Batalla de Flores

19 febrero 2007

No se, me dejó al regresar a casa un sabor como a que me tumbaron. Ese exclusivismo, ese solo ingreso de quienes se han dejado marcar con un boleto, esa rigidez hitleriana que le quieren imponer a este desorden milenario hace que hasta el Ron blanco se agrie. Solo falta como manifestó alguien en otro blog, BBM, que prohíban la música y el siguiente año el disfraz.

Sigo manteniendo que estamos en manos de los herederos de esa generación que prefería irse a otros lugares para no ver esa merienda de negros que era y sigue siendo nuestra fiesta para ellos. Ellos, los herederos de esa ‘tradición’ se acostumbraron a eso, a que los atendiera, a no ensuciarse con arena de playa porque es mañé; a mantenerse impecables; a burlarse de aquellos a quienes el Dios Momo ha elegido como sus cómplices en esos cuatro días y andan embadurnados de harina, hartos de ron y bailando por doquier.

De esos estamos llenos, de los que aprovechan cualquier medio para criticar la echada de maicena porque me daña el blower y me ensucia la camisa que es lo IN en esta temporada. Dos traguitos y ya porque para que emborracharse; bailar un rato y eso si, hacerlos en los sitios también IN para que nos vean y digan que como gozamos el Carnaval sin saber que con su gesto, sus criticas nos están convirtiendo en una feria.

LEER MAS:
EL OTRO CARNAVAL

2 Comentarios:

Ana María Arango dijo...

Me alegra muchísimo encontrar este Blog. Es una voz importante desde Barranquilla para que el resto del mundo se de cuenta de lo que implican las nuevas gestiones de las políticas culturales y las industrias culturales. Los últimos en vivir las fiestas, los carnavales son los mismos habitantes. Lo que antes era un espacio significatvo para el pueblo se lo han robado las licoreras, las cámaras y las multinacionales que se disfrazan de benefactoras de las músicas tradicionales y locales.

Gracias. Ya los he vinculado a mi blog que inicié hace pocos días: http://www.lossonidosinvisibles.blogspot.com/

Anónimo dijo...

soy una barranquillera más y me siento orgullosa de serlo por eso todos los años voy al carnaval
y amo mi patria a pesar de todos los problemas economicos y sociales que puede tener mi amada patria. Amo a Barranquilla y Amo mi País Colombia.