3. NO FORNICARAS EN VANO
El miércoles cuando el cura lo conmina a quitarse la máscara para colocarle la cruz de ceniza, Ifigenia deja escapar una lágrima y abandona presurosa la Iglesia sus sospechas eran ciertas y, Alfonso Fontalvo por más que jurara, no podía saber como ella sabía que los minotauros viven para siempre.
De la serie de cuentos breves EMPARRANDAMIENTOS
0 Comentarios:
Publicar un comentario