Otra vista de la imagen anterior. El edificio de la esquina, Lacorazza, declarado de interés histórico, se quemo y fue restaurado a medias; hoy, es un icono de la desidia con que manejamos nuestra ciudad. Frente a él construyeron, tumbando el edificio de dos pisos, un edificio de oficinas, hoy repleto de baratillos de ropa y restaurantes de comidas rápidas y en los alrededores toda la miseria que nos trajo el nuevo siglo.
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Y aun hoy seguimos demoliendo nuestro entorno de nostalgias; ya cayo el Teatro Metro - antiguo Teatro Apolo - bajo la pica demoledora de una estética que no respeta pinta. Ya faltan pocos.
Carmen Arévalo: “La nostalgia hay que equilibrarla”
Carmen Arévalo, exviceministra de Ambiente y actual directora del Parque Cultural del Caribe, recuerda que el Art Decó tiene que ver con el desarrollo del cine. De allí que el Teatro Metro se haya edificado con ese estilo, al igual que el Teatro Colón, entre otras construcciones de las décadas de los años cuarenta y cincuenta.
“Hasta los ochenta no se les prestó atención a la parte patrimonial ni a la necesidad de conservar estilos. Se entendía que progreso era arrasar con lo que estaba y hacer cosas nuevas. En el Teatro Metro se fueron incorporando elementos de la arquitectura moderna que fueron desdibujando el Art Decó”, afirma.¿Le produce nostalgia el destino del Teatro Metro?
–A todos nos produce nostalgia esas pérdidas. Pero la nostalgia hay que equilibrarla con algo más pragmático. No nos podemos quedar en la nostalgia.
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1 Comentarios:
Maravillosas las fotos publicadas en las varias entregas de Barranquilla un Clic.
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