Que podemos decirte si sabemos que la ciudad es otra cosa. No es el festejo muchos días después ni esa barranquillanía con que se disfrazan muchos. No es la camisa floreada ni el desparpajo al hablar; tampoco es ese orgullo mantenido como un síndrome maldito, primera en todo líder en nada como me lo manifestó un amigo.
Tampoco es el desempolve de antiguos sones que narran las gestas de tiempos idos. La ciudad es otra cosa.
Tampoco son las vitrinas de una barranquillerismo 2.0 mal copiado de allá arriba. No el tomar partido por causas que se definen en un escritorio. Ya veraz en que queda lo del afamado edificio. Ni ese barniz costosísimo con que intentan dinamizarnos los espacios.
Son muchas cosas las que no nos definen. Pero muchas mas con las que nos sentimos orgullosos de haber nacido acá. Feliz día.
« Cayó, cayó Babilonia la Grande; ahora quedo transformada en guarida de demonios, en asilo de toda clase de espíritus impuros, en refugio de aves impuras y asquerosas. Porque con el vino de sus idolatrías se emborracharon todas las naciones y los reyes de la tierra pecaron con ella, y los comerciantes de la tierra se enriquecieron con su lujo desenfrenado »
2 Comentarios:
la iglesía de San Nicolas y la de San Roque abandonadas a delincuentes, drogadictos, fufurufas, alcoholicos y chulos, gallinazos o goleros
ayyy ... eso dolió!
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