#BAQ ¿En manos del hampa?

25 noviembre 2016

Editorial tomado de Vive Barranquilla que criticala manera como se esta manejando la inseguridad en la ciudad. Editorial escrito antes que mas de 20 agentes de policía fueran vinculados a diferentes delitos. Es el apague y vámonos pero, pa’donde?

Editorial de Óscar Montes en Vive Barranquilla.

La inseguridad de Barranquilla y su Área Metropolitana sigue siendo el gran dolor de cabeza de la Administración Distrital. Pese a los esfuerzos que realizan las autoridades civiles y policiales las cifras de homicidios y atracos no ceden. Entre la noche del sábado y la madrugada del domingo fueron asesinadas en Barranquilla y Soledad siete personas, según reportaron las autoridades.

Los crímenes son el reflejo de una crisis que ya tocó fondo, pese a las declaraciones optimistas de quienes tienen la obligación de garantizar la vida y la integridad de todas las personas. No es un asunto de simple percepción, como insisten en afirmar las autoridades de Policía. No es así. El hampa está causando destrozos en la ciudad y nada justifica la falta de resultados en la lucha contra las organizaciones criminales.

Si se trata de cuentas de cobro entre bandas dedicadas al microtráfico, como también afirma la Policía, pues ya es hora de que dichas bandas sean desmanteladas y sus integrantes llevados ante las autoridades para que sean judicializados, procesados y condenados. ¿Qué hace falta para que empecemos a ver los resultados de contar con más uniformados, más tecnología, más cámaras, más motos y más recursos?

La inversión que se ha hecho en materia de seguridad ha sido multimillonaria. Barranquilla ha tenido la fortuna de tener administraciones distritales con muy buen recibo en Bogotá, tanto en la Casa de Nariño, como en el Ministerio de Defensa. Casi que podría decirse que la ciudad ha sido consentida por los últimos gobiernos, tanto el de Álvaro Uribe como el de Juan Manuel Santos.

El número de agentes se ha incrementado de forma considerable, pero los resultados no se ven. Hay crímenes, atracos a mano armada y asaltos a residencias y establecimientos comerciales por doquier. Los ciudadanos se quejan de que la Policía nunca llega y que cuando llega lo hace tarde.

La crítica situación merece un tratamiento extraordinario por parte de las autoridades. La enfermedad no se cura con paños de agua tibia. Los ciudadanos deben colaborar con las autoridades y éstas deben apoyarse en los ciudadanos. Hay que reconstruir la confianza que hoy se encuentra averiada. La unidad es fundamental para hacerle frente y derrotar a los delincuentes. Sin ella todo esfuerzo que se haga resultará inútil.

Historias de América Latina en cómics

17 noviembre 2016

Publicación tomada del periódico El Tiempo, imágenes incluidas. Espero no tener problemas con Derechos de autor y esas cosas. Se publica por considerar que este formato ayuda a masificar cualquier información aunque muchos lo tengan como un genero menor y de contenido baladí. 

Son los comics, como esos griots ,depositarios de las historias,  y los pocos reseñados han graficado a su manera las tragedias abiertas de América Latina (Open-mouthed smile); ojala las librerías que se quejan por la falta de lecturas vieran en este formato un buena opción de mercadeo.

Aquí, una selección de varias de las piezas gráficas que han circulado en seis países.

Por:  GDA - GRUPO DE DIARIOS AMÉRICA. La sátira histórico-política ha tenido por décadas una presencia constante y destacada en periódicos y revistas de América Latina. El poder, la corrupción, la violencia, la guerra, la vida militar, la democracia, las luchas por los derechos civiles y muchos episodios más han servido de inspiración a historietistas, caricaturistas e ilustradores. El resultado, por lo general, nos lleva a la sonrisa, pero también a la reflexión y la crítica.

Sin embargo, la tarea de construir historias de largo aliento en formatos más extensos, en novelas gráficas, se ha convertido en los últimos años en una catarsis en nuestra región.

Esto puede explicarse, en parte, por la desaparición de gobiernos que promulgaban la censura y la persecución, pero también porque artistas gráficos de otras latitudes han servido de ejemplo para renovar nuestros esfuerzos editoriales.

En este especial, elaborado con apoyo de periodistas del Grupo de Diarios América (GDA), haremos un repaso por algunas obras gráficas que representan esta creciente línea de creación en Colombia, México, Perú, Chile, Argentina y Uruguay.

'Los once' y 'Caminos condenados', los textos colombianos.
Foto: Archivo particular. 'Los once' y 'Caminos condenados', los textos colombianos.

Colombia: ‘Los once’ (Laguna Libros, 2014)

Escrita por los hermanos Miguel y José Luis Jiménez e ilustrada por Andrés Cruz, esta obra cuenta la historia de once ratones que sobreviven a la toma armada del Palacio de Justicia, en 1985, por subversivos del M-19. El eje de la narración muestra a una abuela y su nieta que siguen los acontecimientos desde su casa en Bogotá, con la duda de no saber si sus familiares se encuentran allí.

“Nosotros sabíamos que había desaparecidos, que era un episodio muy espinoso de la historia reciente de Colombia, pero no sabíamos exactamente los detalles de lo que les pasó a los desaparecidos de la cocina. Y como nosotros, hay mucha gente que no tiene ni idea de qué pasó”, relató José Luis Jiménez a EL TIEMPO.

Columna tomada de El Heraldo y, que por plantear de manera muy real como es la situación de la ciudad de Barranquilla en estos momentos, compartimos con ustedes.

Barranquilla: ¿una burbuja a punto de estallar?

Por Horacio Brieva. Decir que la situación de Barranquilla ha empeorado en los últimos años sería injusto. Es innegable el dinamismo que ha habido en la inversión pública con recursos propios y nacionales, pero hay implacables realidades que no podemos esconder debajo del tapete de la negación. Están ahí. Son problemas que están siendo señalados por un conjunto de instituciones, todas ellas muy respetables.

Somos una ciudad pobre y azotada por una alta
y peligrosa conflictividad social

Un estudio de la Universidad del Norte, Fundesarrollo, Probarranquilla y la University College London revela este dato entristecedor: la mitad de la ciudad, el 49%, es vulnerable y tiende a subir. Es gente que desde su niñez emprendió el viaje de la pobreza y no ha podido hacer trasbordo hacia la prosperidad.

Otro estudio del Banco de la República, suscrito por Adolfo Meisel y Jhorland Ayala, señala cuáles son las ciudades colombianas que siguen atrapadas en el infortunio de la exclusión. A la cabeza marcha Cartagena, que la publicidad glamurosa maquilla con bellas postales turísticas. En esa galería de ciudades excluyentes está Barranquilla. Los expertos basan su afirmación en las variables medidas, relacionadas con falta de acceso a recursos, bienes y servicios, privación de derechos, e inhabilidad para participar en las actividades económicas y sociales básicas de la vida.

Un informe del Dane, del periodo junio a agosto, comunica otro dato desalentador: en Barranquilla, de cada 100 personas que trabajan, 55 están en la informalidad, es decir, en el rebusque, sobreviviendo con angustia, muchas en la calle.  De acuerdo con el Dane, la informalidad en la ciudad es del 54,8% superando la media nacional del 47,4%.  Yo creería, sin embargo, que podríamos estar frente a un subregistro. La realidad parece ser mucho más dramática, y los informes del Dane tampoco aluden a la gente que está en la formalidad laboral y padece malos salarios y múltiples desmotivaciones.

El otro estudio es del Departamento de Planeación Nacional, DNP, y revela un dato que, a mi juicio, tiene  conexiones con todos los datos anteriores. En 2015, en Barranquilla, el microtráfico, esto es, el comercio de drogas al menudeo, movió $122 mil millones, lo que le da a la ciudad el título de subcampeona nacional en esta actividad, después de Bogotá.

Esta sumatoria de problemas nos coloca ante una tragedia social que no puede tratarse con paliativos. Barranquilla tiene que meditar y plantearse un modelo de intervención frente a esto, que implica soluciones de fondo, estructurales. Es necesario que la ciudad aterrice en su cruda realidad y deje de dárselas de ciudad rica con aire de que ha resuelto sus dificultades esenciales. Somos una ciudad pobre y azotada por una alta y peligrosa conflictividad social. Imaginación, políticas públicas apropiadas y buen gobierno serán fundamentales para salir de este hervidero de complicaciones.