PAPA NOEL: ¿Patrono de Barranquilla?

27 septiembre 2006

Esta crónica me fue enviada. No he tenido el tiempo de digerirla – como si los textos se digirieran y luego se evacuaran - pero la consideramos de interés general e inclusive hasta polémico. ¿Papa Noel patrono de una ciudad del Caribe?

Curas, Púlpitos y Política.

A los barranquilleros nos quedo el atavismo de repetir con Barranquilla lo que siempre hacemos con el pobre Papa Noel: le pedimos, le pedimos y le pedimos. Le exigimos de todo: educación, agua, luz, telefonía, seguridad, empleo, bienestar... A cambio, ¿qué le damos? Nada.

En aquellos tiempos anteriores al Siglo XVIII, existían dos Santos con el nombre de Nicolás.

El primero y más antiguo, San Nicolás de Bari. El segundo, San Nicolás de Tolentino.

San Nicolás de Bari (año 346), para los que tienen dificultades en reconocerlo, es el famoso y generoso Obispo de Myra, ciudad del Asia Menor, sobre cuya vida y leyendas la cultura de occidente construyó el mucho más famoso icono navideño de San Nicolás: Papa Noel. Su fiesta se conmemora el 6 de Diciembre.

El de Tolentino es el joven monje Agustino (1245) famoso por su vida ascética manifiesta en la observancia de los votos de pobreza y castidad, el uso permanente del silicio y sus ayunos rigurosos de tres y más días a la semana. Cuatro décadas después de su muerte, al ser exhumados sus restos, se encontró que su cadáver permanecía incorrupto.

Que los descendientes de los Barros Angulo De la Guerra Cabeza de Vaca vinieron a Tierrradentro a fundar la Hacienda de San Nicolás entre 1627 y 1637, es una verdad histórica.
Ahora bien, ¿bajo el patronato de cuál de estos dos santos estaban el señor de Barros y sus tierras?

Una indagación sobre las propiedades de la familia Barros Angulo de la Guerra, encomenderos de Galapa, nos lleva- sucesivamente- a Cuba, donde uno de cuyos miembros ejercía la Capitanía General en la Habana y a la Península de Paraguaná donde otro miembro de este linaje era Gobernador de Coro, actual Estado Falcon en la vecina República Bolivariana de Venezuela. Es en este último territorio en donde se me ha posibilitado ubicar propiedades de la parentela de Doña María Arias Cabeza de Baca , esposa del joven Pedro de Barros con quien había ido a residir por aquellos lados .

Fueron aquellas los hatos ganaderos de Moruy, Charaima y Jadacaquiva.

Alrededor de estas haciendas se desarrollaron asentamientos humanos algunos de los cuales han sido absorbidos por el proceso de conurbación- típico de las grandes ciudades del Siglo XX- en tanto que otros conservan su existencia autónoma.
En estas poblaciones, lo pueden constatar los navegantes en la Internet, el único San Nicolás que se menciona como patrono de las iglesias que se levantaron en los primigenios hatos ganaderos y que han sobrevivido con el paso del tiempo es... Adivínenlo.

Sí señor@s: es San Nicolás de Bari. El viejo obispo de Myra, el querido y siempre bien recibido Papa Noel. Ese anciano y santo Obispo era el patrono de las Haciendas de propiedad de la familia de Don Nicolás de Barros (¿De Bari?).

Me pregunto, entonces: ¿por qué Don Nicolás iba a colocar sus haciendas en Venezuela bajo la protección de San Nicolás de Bari y las de Camacho bajo la de San Nicolás de Tolentino?

No veo cuál pudiera ser la razón siendo que, además, la llegada de los Agustinos a Mompox, trayendo la devoción por el Santo Monje de esa orden- San Nicolás de Tolentino- es posterior a 1740. Más tarde, mucho más tarde, tal devoción debió llegar a Barranquilla, seguramente en andas del comercio entre las sedes del intercambio mercantil a orillas del Mar de las Antillas y en las riberas del Río Magdalena: Cartagena, Mompox y Barranquilla.

Los que va de Nicolás a Nicolás.

En todo caso, algo va de un nombre al otro y en ambos se prefiguran la ciudad y su destino.

En el del que fue el primer patrono de la ciudad- San Nicolás de Bari- seguramente a los barranquilleros nos quedo el atavismo de repetir con Barranquilla lo que siempre hacemos con el pobre Papa Noel: le pedimos, le pedimos y le pedimos. Ni siquiera aprendimos la costumbre que hay en otros países de dejar sobre la mesa del comedor galletitas y un vaso con leche para que el buenazo del obispo recobre fuerzas en la agotadora tarea de repartir regalos por todo el mundo en la noche de navidad.

A Barranquilla, los barranquilleros le exigimos de todo: educación, agua, luz, telefonía, seguridad, empleo, bienestar... A cambio, ¿qué le damos?. Nada. Respondemos con desorden, suciedad, ruido, y demás comportamientos inciviles. Ni siquiera pagamos nuestros impuestos a tiempo.

En el caso del segundo Patrono, San Nicolás de Tolentino, nos ha quedado la impronta de la austeridad obligada que nace del empobrecimiento progresivo de la urbe donde los que están en mejor condición económica, escasamente desayunan y almuerzan (o cenan). Las capas medias hacen del ayuno un ritual asociado con el mantenimiento del cuerpo en tanto que los más pobres, los sin esperanzas, aguardan hasta la media noche para ver qué logran entresacar de las canecas de desperdicios que botan los restaurantes.

A la ciudad la han expoliado sucesivas e interminables legiones de bucaneros que acabaron con el músculo y con la fuerza que le imprimía su ritmo vital. Un lumpen que viste ropa de marca, usa perfumes caros y ahora bebe vino, que no Ron Blanco, amenaza con destruir desde sus cimientos, hasta las ruinas de los monumentos que hablan a las generaciones venideras de que alguna vez en esta tierra hubo una clase de hombres y mujeres que hicieron de la ciudad una extensión de su propia vida y por eso la cuidaban, la embellecían y la hacían prosperar.

Para entender este sino, deberé contar a los lectores que una vez que exhumaron el cadáver incorrupto del Santo Nicolás de Tolentino, el cuerpo fue expuesto para la veneración del público en la nave central de la iglesia catedral. De un atardecer para una madrugada, los dos brazos del Bienaventurado fueron robados.
Con los días se descubrió que le fueron saqueados por un Monje…. extranjero…. alemán, Teodoro, quien se llevo el producto del robo para su tierra natal.


Para comentarios y sugerencias: moisespinedasalazar@yahoo.com

Esta crónica me fue enviada. No he tenido el tiempo de digerirla – como si los textos se digirieran y luego se evacuaran - pero la consideramos de interés general e inclusive hasta polémico. ¿Papa Noel patrono de una ciudad del Caribe?

Curas, Púlpitos y Política.

A los barranquilleros nos quedo el atavismo de repetir con Barranquilla lo que siempre hacemos con el pobre Papa Noel: le pedimos, le pedimos y le pedimos. Le exigimos de todo: educación, agua, luz, telefonía, seguridad, empleo, bienestar... A cambio, ¿qué le damos? Nada.

En aquellos tiempos anteriores al Siglo XVIII, existían dos Santos con el nombre de Nicolás.

El primero y más antiguo, San Nicolás de Bari. El segundo, San Nicolás de Tolentino.

San Nicolás de Bari (año 346), para los que tienen dificultades en reconocerlo, es el famoso y generoso Obispo de Myra, ciudad del Asia Menor, sobre cuya vida y leyendas la cultura de occidente construyó el mucho más famoso icono navideño de San Nicolás: Papa Noel. Su fiesta se conmemora el 6 de Diciembre.

El de Tolentino es el joven monje Agustino (1245) famoso por su vida ascética manifiesta en la observancia de los votos de pobreza y castidad, el uso permanente del silicio y sus ayunos rigurosos de tres y más días a la semana. Cuatro décadas después de su muerte, al ser exhumados sus restos, se encontró que su cadáver permanecía incorrupto.

Que los descendientes de los Barros Angulo De la Guerra Cabeza de Vaca vinieron a Tierrradentro a fundar la Hacienda de San Nicolás entre 1627 y 1637, es una verdad histórica.
Ahora bien, ¿bajo el patronato de cuál de estos dos santos estaban el señor de Barros y sus tierras?

Una indagación sobre las propiedades de la familia Barros Angulo de la Guerra, encomenderos de Galapa, nos lleva- sucesivamente- a Cuba, donde uno de cuyos miembros ejercía la Capitanía General en la Habana y a la Península de Paraguaná donde otro miembro de este linaje era Gobernador de Coro, actual Estado Falcon en la vecina República Bolivariana de Venezuela. Es en este último territorio en donde se me ha posibilitado ubicar propiedades de la parentela de Doña María Arias Cabeza de Baca , esposa del joven Pedro de Barros con quien había ido a residir por aquellos lados .

Fueron aquellas los hatos ganaderos de Moruy, Charaima y Jadacaquiva.

Alrededor de estas haciendas se desarrollaron asentamientos humanos algunos de los cuales han sido absorbidos por el proceso de conurbación- típico de las grandes ciudades del Siglo XX- en tanto que otros conservan su existencia autónoma.
En estas poblaciones, lo pueden constatar los navegantes en la Internet, el único San Nicolás que se menciona como patrono de las iglesias que se levantaron en los primigenios hatos ganaderos y que han sobrevivido con el paso del tiempo es... Adivínenlo.

Sí señor@s: es San Nicolás de Bari. El viejo obispo de Myra, el querido y siempre bien recibido Papa Noel. Ese anciano y santo Obispo era el patrono de las Haciendas de propiedad de la familia de Don Nicolás de Barros (¿De Bari?).

Me pregunto, entonces: ¿por qué Don Nicolás iba a colocar sus haciendas en Venezuela bajo la protección de San Nicolás de Bari y las de Camacho bajo la de San Nicolás de Tolentino?

No veo cuál pudiera ser la razón siendo que, además, la llegada de los Agustinos a Mompox, trayendo la devoción por el Santo Monje de esa orden- San Nicolás de Tolentino- es posterior a 1740. Más tarde, mucho más tarde, tal devoción debió llegar a Barranquilla, seguramente en andas del comercio entre las sedes del intercambio mercantil a orillas del Mar de las Antillas y en las riberas del Río Magdalena: Cartagena, Mompox y Barranquilla.

Los que va de Nicolás a Nicolás.

En todo caso, algo va de un nombre al otro y en ambos se prefiguran la ciudad y su destino.

En el del que fue el primer patrono de la ciudad- San Nicolás de Bari- seguramente a los barranquilleros nos quedo el atavismo de repetir con Barranquilla lo que siempre hacemos con el pobre Papa Noel: le pedimos, le pedimos y le pedimos. Ni siquiera aprendimos la costumbre que hay en otros países de dejar sobre la mesa del comedor galletitas y un vaso con leche para que el buenazo del obispo recobre fuerzas en la agotadora tarea de repartir regalos por todo el mundo en la noche de navidad.

A Barranquilla, los barranquilleros le exigimos de todo: educación, agua, luz, telefonía, seguridad, empleo, bienestar... A cambio, ¿qué le damos?. Nada. Respondemos con desorden, suciedad, ruido, y demás comportamientos inciviles. Ni siquiera pagamos nuestros impuestos a tiempo.

En el caso del segundo Patrono, San Nicolás de Tolentino, nos ha quedado la impronta de la austeridad obligada que nace del empobrecimiento progresivo de la urbe donde los que están en mejor condición económica, escasamente desayunan y almuerzan (o cenan). Las capas medias hacen del ayuno un ritual asociado con el mantenimiento del cuerpo en tanto que los más pobres, los sin esperanzas, aguardan hasta la media noche para ver qué logran entresacar de las canecas de desperdicios que botan los restaurantes.

A la ciudad la han expoliado sucesivas e interminables legiones de bucaneros que acabaron con el músculo y con la fuerza que le imprimía su ritmo vital. Un lumpen que viste ropa de marca, usa perfumes caros y ahora bebe vino, que no Ron Blanco, amenaza con destruir desde sus cimientos, hasta las ruinas de los monumentos que hablan a las generaciones venideras de que alguna vez en esta tierra hubo una clase de hombres y mujeres que hicieron de la ciudad una extensión de su propia vida y por eso la cuidaban, la embellecían y la hacían prosperar.

Para entender este sino, deberé contar a los lectores que una vez que exhumaron el cadáver incorrupto del Santo Nicolás de Tolentino, el cuerpo fue expuesto para la veneración del público en la nave central de la iglesia catedral. De un atardecer para una madrugada, los dos brazos del Bienaventurado fueron robados.
Con los días se descubrió que le fueron saqueados por un Monje…. extranjero…. alemán, Teodoro, quien se llevo el producto del robo para su tierra natal.


Para comentarios y sugerencias: moisespinedasalazar@yahoo.com

Acerca de BAQJazz a la Calle I

19 septiembre 2006

Cinco años de BAQJAZZ a la Calle. Y en estos cinco años hemos visto desfilar muchos grupos locales que parecieran colmar la ciudad. Pero no. Etnia Latín Jazz creo que fue el único grupo que ha mantenido su permanencia durante este lustro. Los demás grupos que se han conformado alrededor de este espacio parecieran desaparecer; ojala alguien nos saque de la duda y haya un seguimiento a ver que nos depara el futuro.

Pero en caso que hayan desparecido se entiende. En esta aridez musical en que nos desenvolvemos sin espacios alternos para una permanencia masiva de grupos como bares de música en vivo, tardes de retreta –cambiemos el término por Latín sesión – y demas. ¿Que tan posible seria grabar un disco con 10 temas originales de los grupos que han pasado por el certamen y esto se institucionalice para que el aglutinamiento dentro del mismo grupo se mantenga y motive a seguir en la lucha?

Acerca de BAQJazz a la Calle I

Cinco años de BAQJAZZ a la Calle. Y en estos cinco años hemos visto desfilar muchos grupos locales que parecieran colmar la ciudad. Pero no. Etnia Latín Jazz creo que fue el único grupo que ha mantenido su permanencia durante este lustro. Los demás grupos que se han conformado alrededor de este espacio parecieran desaparecer; ojala alguien nos saque de la duda y haya un seguimiento a ver que nos depara el futuro.

Pero en caso que hayan desparecido se entiende. En esta aridez musical en que nos desenvolvemos sin espacios alternos para una permanencia masiva de grupos como bares de música en vivo, tardes de retreta –cambiemos el término por Latín sesión – y demas. ¿Que tan posible seria grabar un disco con 10 temas originales de los grupos que han pasado por el certamen y esto se institucionalice para que el aglutinamiento dentro del mismo grupo se mantenga y motive a seguir en la lucha?

Había mucha expectativa _o ¿no? – por la avanzada del interior que se presentaría los cuatro días de sesiones al aire libre.

JUEVES:
Fue una tarde golosa. Guafa Trio deleito a la concurrencia con torbellinos, guabinas y joropos. Solo faltaron el tamal y el chocolate. Aquí hago una pregunta a los entendidos: Es importante que se conozca nuestro folclor sea de donde sea pero, ¿Qué aporte deja un grupo como este a un festival que hace parte de un itinerario mundial de jazz como dicen habiendo otros espacios como el festival del Mono Nuñez?

La llegada de Batata Anne no calentó los ánimos por mas que lo intento. Una propuesta interesante, pero a mi parecer la trompeta opacaba y abrillantaba el sonido del grupo que creo esperamos se cimentara en la gloria y experiencia de su director Batata IV. Mas piel de tambor, cueros a diestra y siniestra.

VIERNES:
La furia de la naturaleza nos impidió cumplir la cita.

SABADO:
Embolatado no pude asistir. Mi dosis anual de Latín Jazz peligraba. Espere el día siguiente, domingo, con ansias.

DOMINGO
El día señalado. Arranque tarde como a las cinco pa la cita rogando que no hubiera empezado el espectáculo ya que estaba programado para las 3 de la tarde. Pero - gracias señor por el deseo cumplido -. A esa hora apenas se iniciaba la cuestión.

Y a medida que transcurrían los minutos y luego las horas vi y oí como, lo que debería ser un cierre espectacular – como los de antes, recuerdan el de Puerto Colombia y hace dos años en el Romelio Martines – del Barranquijazz 2006 patrocinado –lean bien – patrocinado por el IDCT resultó al revés. Un programa del IDCT patrocinado por Barranquijazz 2006 como lo atestiguaba el telón de fondo.

Y de Latín Jazz no hubo na. Orquestas y bandas, grupos y demás – a excepción de los suizos de suiza – dieron cátedra de la versatilidad de la música colombiana. La Banda Distrital, Justo Almario, Carlos Piña y la Banda Distrital, los saxofones mas la Banda Distrital, Rumbata y Mandarina China Band (clon estilo de la orquesta LA LUZ) parecían el cartel de cualquier caseta. Solo falto que Daniela Donado apareciera con una pollera colora en medio de la tarima y Mingo le arrebatara el micrófono a Nelson y se fajara con un torito.

Y léanlo bien, no estoy afirmando que los citados anteriormente sean malos o algo por el estilo. No. Ni más faltaba. A mi parecer estaban fuera de contexto. Por algo terminaron ovacionándola y pidiendo su presencia a rabiar para los carnavales los añorantes de las big band de antes como la Billos Caracas Boys o los Melódicos.

Y que nos disculpe la uruguaya cantante de Runbata que extrañada nos apuraba para que saltáramos a bailar. Nosotros fuimos a escuchar LATIN JAZZ.

  • PS1: Una señora al lado mió entre risas le comentaba a un a migo: Nosotros compramos el cidi para bailar el latín jazz de Rumbata.
  • PS2: Señores de la Nueva Música nos deben dos cierres. Esperamos que en el curso del año se pongan al día.
  • PS3: Aprovecho la divulgación de este escrito para preguntarle a quienes han visto el comercial de Movistar que grabo en la Batalla de flores del Carnaval 2006 con toda la anuencia de CARNAVAL S.A. y que tenia como artista exclusivo a Carlos Vives, ¿que tal es? Valió la perrateada de nuestro goce?

Había mucha expectativa _o ¿no? – por la avanzada del interior que se presentaría los cuatro días de sesiones al aire libre.

JUEVES:
Fue una tarde golosa. Guafa Trio deleito a la concurrencia con torbellinos, guabinas y joropos. Solo faltaron el tamal y el chocolate. Aquí hago una pregunta a los entendidos: Es importante que se conozca nuestro folclor sea de donde sea pero, ¿Qué aporte deja un grupo como este a un festival que hace parte de un itinerario mundial de jazz como dicen habiendo otros espacios como el festival del Mono Nuñez?

La llegada de Batata Anne no calentó los ánimos por mas que lo intento. Una propuesta interesante, pero a mi parecer la trompeta opacaba y abrillantaba el sonido del grupo que creo esperamos se cimentara en la gloria y experiencia de su director Batata IV. Mas piel de tambor, cueros a diestra y siniestra.

VIERNES:
La furia de la naturaleza nos impidió cumplir la cita.

SABADO:
Embolatado no pude asistir. Mi dosis anual de Latín Jazz peligraba. Espere el día siguiente, domingo, con ansias.

DOMINGO
El día señalado. Arranque tarde como a las cinco pa la cita rogando que no hubiera empezado el espectáculo ya que estaba programado para las 3 de la tarde. Pero - gracias señor por el deseo cumplido -. A esa hora apenas se iniciaba la cuestión.

Y a medida que transcurrían los minutos y luego las horas vi y oí como, lo que debería ser un cierre espectacular – como los de antes, recuerdan el de Puerto Colombia y hace dos años en el Romelio Martines – del Barranquijazz 2006 patrocinado –lean bien – patrocinado por el IDCT resultó al revés. Un programa del IDCT patrocinado por Barranquijazz 2006 como lo atestiguaba el telón de fondo.

Y de Latín Jazz no hubo na. Orquestas y bandas, grupos y demás – a excepción de los suizos de suiza – dieron cátedra de la versatilidad de la música colombiana. La Banda Distrital, Justo Almario, Carlos Piña y la Banda Distrital, los saxofones mas la Banda Distrital, Rumbata y Mandarina China Band (clon estilo de la orquesta LA LUZ) parecían el cartel de cualquier caseta. Solo falto que Daniela Donado apareciera con una pollera colora en medio de la tarima y Mingo le arrebatara el micrófono a Nelson y se fajara con un torito.

Y léanlo bien, no estoy afirmando que los citados anteriormente sean malos o algo por el estilo. No. Ni más faltaba. A mi parecer estaban fuera de contexto. Por algo terminaron ovacionándola y pidiendo su presencia a rabiar para los carnavales los añorantes de las big band de antes como la Billos Caracas Boys o los Melódicos.

Y que nos disculpe la uruguaya cantante de Runbata que extrañada nos apuraba para que saltáramos a bailar. Nosotros fuimos a escuchar LATIN JAZZ.

  • PS1: Una señora al lado mió entre risas le comentaba a un a migo: Nosotros compramos el cidi para bailar el latín jazz de Rumbata.
  • PS2: Señores de la Nueva Música nos deben dos cierres. Esperamos que en el curso del año se pongan al día.
  • PS3: Aprovecho la divulgación de este escrito para preguntarle a quienes han visto el comercial de Movistar que grabo en la Batalla de flores del Carnaval 2006 con toda la anuencia de CARNAVAL S.A. y que tenia como artista exclusivo a Carlos Vives, ¿que tal es? Valió la perrateada de nuestro goce?

Tornados en Barranquilla I

18 septiembre 2006

De dos años para acá el clima de la ciudad de Barranquilla ha manifestado cambios notables. Además de los famosos aguaceros donde nos bañábamos alegremente sin vírgenes en la cueva ni pájaros que cantaran una que otra centella atemorizaba nuestra infantilidad. Luego uno que otro vendaval nos asombraba cuando hacían presencia en los extramuros de la ciudad o uno que otro pueblo circunvecino.

Hoy todo es diferente. Tormentas secas sin nada de lluvia. Solo rayos, truenos y centellas a cutiplén. Torrenciales aguaceros con arroyos que amenazan con llevarse cualquier cosa que de papaya y trombas marinas colas de huracanes y tornados. ¿Será que alguien despertó a un monstruo?

Porque es muy curioso pero hace ya dos años, 2004, y creo que para la misma época una tromba bajo por la carrera 33 dejando daños considerables a su paso. La mayoría la tomamos como la cola de uno de esos huracanes que azota el Caribe y que comentan los IDEAM al día siguiente que han pasado las cosas.

Hoy la realidad es distinta. Una tromba o tornado – aun no nos hemos puesto de acuerdo – bajo a lo largo de toda la ciudad por la carrera 36 partiendo la ciudad en dos dejando a su paso una ciudad arrasada con árboles milenarios sacados de cuajo, techos de eternit destruido escuelas, templos y casas destruidas y nuestra idiosingracia marcada.

Ya no somos la ciudad pacifica de antes ni tampoco la ciudad que no le pasaba nada. La sierra Nevada de Santa Marta nos protege de todo, decían los que se la tiraban de entendidos para sosegar nuestros miedos.

Tornados en Barranquilla I

De dos años para acá el clima de la ciudad de Barranquilla ha manifestado cambios notables. Además de los famosos aguaceros donde nos bañábamos alegremente sin vírgenes en la cueva ni pájaros que cantaran una que otra centella atemorizaba nuestra infantilidad. Luego uno que otro vendaval nos asombraba cuando hacían presencia en los extramuros de la ciudad o uno que otro pueblo circunvecino.

Hoy todo es diferente. Tormentas secas sin nada de lluvia. Solo rayos, truenos y centellas a cutiplén. Torrenciales aguaceros con arroyos que amenazan con llevarse cualquier cosa que de papaya y trombas marinas colas de huracanes y tornados. ¿Será que alguien despertó a un monstruo?

Porque es muy curioso pero hace ya dos años, 2004, y creo que para la misma época una tromba bajo por la carrera 33 dejando daños considerables a su paso. La mayoría la tomamos como la cola de uno de esos huracanes que azota el Caribe y que comentan los IDEAM al día siguiente que han pasado las cosas.

Hoy la realidad es distinta. Una tromba o tornado – aun no nos hemos puesto de acuerdo – bajo a lo largo de toda la ciudad por la carrera 36 partiendo la ciudad en dos dejando a su paso una ciudad arrasada con árboles milenarios sacados de cuajo, techos de eternit destruido escuelas, templos y casas destruidas y nuestra idiosingracia marcada.

Ya no somos la ciudad pacifica de antes ni tampoco la ciudad que no le pasaba nada. La sierra Nevada de Santa Marta nos protege de todo, decían los que se la tiraban de entendidos para sosegar nuestros miedos.

Tornados en Barranquilla II

Después de la tempestad no ha llegado la calma. El gobierno Nacional implemento un plan de ayuda a los damnificados que marcha a cuenta gotas. El distrito y el departamento han hecho igual. Pero la gente esta desesperada. Ven como el clima no cambia, las lluvias siguen cayendo, sus cosas no se secan y nada que hacer.

Y todos los barranquilleros nos preguntamos, ¿Qué pudo haber pasado para que el clima cambiara de manera tan drástica? Hay varias hipótesis y la oficialidad ha informado existe una falla geológica llamada de Salgar en los extramuros de la ciudad. Desde allí – y así lo muestran los videos – se genero el fenómeno atmosférico que termino con la tranquilidad de los habitantes de esta ciudad pero además es culpable de la destrucción del Barrio Las Terrazas y de los deslizamientos de casas en las laderas de Campoalegre.

Entonces esta es una zona de alto riesgo que no debió por ningún motivo ser adjudicada a los nuevos urbanizadores para levantar sus proyectos que terminaron con el sueño de muchos sin que su desacertada inversión fuera retribuida en parte. Hay están las personas que compraron en Las Terrazas, sin hogar, los de Campoalegre desgastando camándulas para que no les pase lo mismo mientras ellos, los urbanistas, se levantan en puntillas para ver mas allá el solar donde volverán a construir.

Pero, ¿era una catástrofe anunciada? Si. Según tengo entendido el señor Parrish, urbanizador de la ciudad y dueño de muchos predios concluyo –luego de muchos estudios - que esa manga de terreno, que partía desde las orillas del Mar Caribe y atravesaba la ciudad por sus extramuros era riesgosa para ser urbanizada y determino construir allí una Reserva Forestal.

Tornados en Barranquilla II

Después de la tempestad no ha llegado la calma. El gobierno Nacional implemento un plan de ayuda a los damnificados que marcha a cuenta gotas. El distrito y el departamento han hecho igual. Pero la gente esta desesperada. Ven como el clima no cambia, las lluvias siguen cayendo, sus cosas no se secan y nada que hacer.

Y todos los barranquilleros nos preguntamos, ¿Qué pudo haber pasado para que el clima cambiara de manera tan drástica? Hay varias hipótesis y la oficialidad ha informado existe una falla geológica llamada de Salgar en los extramuros de la ciudad. Desde allí – y así lo muestran los videos – se genero el fenómeno atmosférico que termino con la tranquilidad de los habitantes de esta ciudad pero además es culpable de la destrucción del Barrio Las Terrazas y de los deslizamientos de casas en las laderas de Campoalegre.

Entonces esta es una zona de alto riesgo que no debió por ningún motivo ser adjudicada a los nuevos urbanizadores para levantar sus proyectos que terminaron con el sueño de muchos sin que su desacertada inversión fuera retribuida en parte. Hay están las personas que compraron en Las Terrazas, sin hogar, los de Campoalegre desgastando camándulas para que no les pase lo mismo mientras ellos, los urbanistas, se levantan en puntillas para ver mas allá el solar donde volverán a construir.

Pero, ¿era una catástrofe anunciada? Si. Según tengo entendido el señor Parrish, urbanizador de la ciudad y dueño de muchos predios concluyo –luego de muchos estudios - que esa manga de terreno, que partía desde las orillas del Mar Caribe y atravesaba la ciudad por sus extramuros era riesgosa para ser urbanizada y determino construir allí una Reserva Forestal.

Tornados en Barranquilla III

Entonces hay que evitar que este sector se siga vulnerando. Que se siga construyendo, erosionando y demás alrededor de esta falla. Plantemos árboles con el fin de –sin ser panteísta – calmar las iras de la naturaleza que de los otros tornados, los que elegimos ya veremos como los calmamos.

Tornados en Barranquilla III

Entonces hay que evitar que este sector se siga vulnerando. Que se siga construyendo, erosionando y demás alrededor de esta falla. Plantemos árboles con el fin de –sin ser panteísta – calmar las iras de la naturaleza que de los otros tornados, los que elegimos ya veremos como los calmamos.

Alcaldía de 300000 votos

09 septiembre 2006

En un análisis muy serio y una lectura muy detallada entre líneas de los procesos electorales, el periodista H. Brieva en su columna de agosto 28 de 2006 nos propone una formula para terminar de una vez con estos alcaldes de ghettos elegidos últimamente por los ciudadanos de esta ciudad, Barranquilla. Necesitamos de candidatos de mas de trescientos votos para que su espectro laborioso sea más amplio.

No mas alcaldes de ghettos elegidos con el mínimo de votos necesarios y que solo sirven y acatan las ordenes de ese reducto, target o nicho que lo llevo a manejar las riendas de la ciudad. Ejemplos hay varios y algunos de nefasta recordación como los despilfarros en compras suntuosas y supervaloradas de inmuebles, sobrepago de liquidaciones a trabajadores inexistente o no laborantes de nuestro distrito, en fin.

Así, amigos míos, preparémonos desde ya para saber por quien votar, quien será capaz de ponerle el cascabel a esta administración que armada de muñecos bien armados, proponiendo el oro y el moro y maquillando una urbe - que lo que necesita es un cambio extremo - deja a un lado la inversión social en puntos específicos como la salud y sobretodo la salud infantil.

El Gran reto de Barranquilla

Columna escita por HORACIO BRIEVA y publicada por el períodico EL HERALDO.

Barranquilla se tornó compleja y, para salir de su actual laberinto, requiere de un apropiado modelo de gobernabilidad. Esto, que es fundamental para el desarrollo, no ha sido posible desde que empezamos a elegir a los alcaldes. No le han parado ni cinco de bolas al tema. Claro que los estragos profundos de la pobreza, de la desaceleración económica y del desgreño institucional, fueron evidentes en la ciudad desde la época en que los alcaldes eran escogidos a dedo por el Gobernador de turno.

En la era de esta elección popular, no puede negarse que se han venido dando en Barranquilla avances indudables en la prestación de los servicios públicos, acompañados, eso sí, de sobrecargas en la economía popular por las altas tarifas. Simultáneamente, las finanzas del Distrito colapsaron, la corrupción se incrementó, la salud y la educación profundizaron su debacle, el espacio público se evaporó tomado por la informalidad, la subnormalidad urbana sigue casi intacta, el mototaxismo con toda su complejidad emergió como fenómeno y, para completar, factores como la guerra interna y el narcotráfico dispararon en la ciudad las estadísticas de desplazados, de desmovilizados paramilitares y de criminalidad.

El reverso positivo de esta aterradora realidad son las señales de recuperación de la economía local, especialmente de la construcción y de ciertos renglones exportadores, sin que ello alcance a superar la tragedia del desempleo y el subempleo.

El diagnóstico podría ser aún más crudo. Porque cada día crece la desesperanzadora certeza de que los problemas de Barranquilla se agigantaron y desbordaron a las instituciones. Una devastadora manifestación de ello es esta especie de ‘epidemia de la muerte’ que se tomó toda la geografía distrital y metropolitana y que nos está conduciendo a creer que morir aquí de muerte natural es un privilegio. Sobre la marcha porque no planifica, y con la ayuda del Gobierno Nacional y Departamental, Hoenigsberg intenta frenar esta ‘epidemia’ con una mezcla de acción policiva y militar en las zonas más complicadas, acción que para ser efectiva tendría que ir de la mano de una labor de inteligencia, capaz de desvertebrar las audaces e implacables redes del crimen.

Este desplome de la ciudad está exigiendo la valerosa actuación de una dirigencia con un conocimiento preciso de los problemas locales y una voluntad mayúscula para encararlos y resolverlos. Es urgente una propuesta dotada de un armonioso cuerpo de soluciones concretas para enfrentar con éxito la crisis local. Tal propuesta debería surgir de una convergencia que coloque a Barranquilla por encima de todo y que, naturalmente, coincida en el propósito de poner en práctica un estilo político que marque una radical diferencia con el que ha venido imperando en la conducción de la ciudad.

Convendría, en ese orden de ideas, que esta vez la coyuntura electoral de 2007 encendiera un gran debate programático y que éste vinculara activamente a la ciudadanía para estimular su democrática participación política. Sería vergonzoso que siguiéramos eligiendo alcaldes de 100.000 votos en una ciudad con un potencial de unos 830.000 electores. Alcaldes con tan precario respaldo en las urnas terminan secuestrados, como lo hemos podido comprobar, por un pequeño círculo de políticos clientelistas y empresarios usufructuarios de las concesiones y los contratos distritales.

Pienso, por esta razón, que el próximo alcalde de Barranquilla debe disponer de un amplio y sólido piso de legitimidad y gobernar sin ataduras politiqueras, pero eso implica que tendrá que ganar ese cargo con el apoyo decidido y entusiasta de por lo menos unos 300.000 electores, hecho político que sí expresaría un claro y contundente mandato popular. Sería una extraordinaria revolución que sepultaría a todos los politiqueros juntos de una vez y para siempre.

Por otra parte, la importancia del proceso electoral de 2007 exige el incremento radical de las veedurías de la sociedad civil para que haya la mayor transparencia desde la zonificación hasta la etapa final de los escrutinios. Varias ONG’s van a confeccionar un plan en esa dirección. Una decidida intervención de la sociedad civil - con el apoyo de los partidos políticos comprometidos con las buenas prácticas electorales y de las autoridades - debe apuntar a facilitarle una mayor fluidez al voto libre, tanto para la elección del alcalde como de los próximos concejales.

La construcción de gobernabilidad es clave para el desarrollo de la ciudad, pues entre gobernabilidad y competitividad hay una coherente ligazón, como lo han venido subrayando con lúcida persistencia los mejores expertos de las más prestigiosas instituciones internacionales. La implantación de un moderno modelo de gobernabilidad en Barranquilla depende de que se abra paso un nuevo proceso de cambio. Y para ello tendría que irrumpir sin temores reverenciales un osado grupo de líderes políticos renovadores y también producirse una masiva y aplastante reacción ciudadana que opte por un cambio radical en la forma de gobernar la ciudad.

El Gran reto de Barranquilla

Columna escita por HORACIO BRIEVA y publicada por el períodico EL HERALDO.

Barranquilla se tornó compleja y, para salir de su actual laberinto, requiere de un apropiado modelo de gobernabilidad. Esto, que es fundamental para el desarrollo, no ha sido posible desde que empezamos a elegir a los alcaldes. No le han parado ni cinco de bolas al tema. Claro que los estragos profundos de la pobreza, de la desaceleración económica y del desgreño institucional, fueron evidentes en la ciudad desde la época en que los alcaldes eran escogidos a dedo por el Gobernador de turno.

En la era de esta elección popular, no puede negarse que se han venido dando en Barranquilla avances indudables en la prestación de los servicios públicos, acompañados, eso sí, de sobrecargas en la economía popular por las altas tarifas. Simultáneamente, las finanzas del Distrito colapsaron, la corrupción se incrementó, la salud y la educación profundizaron su debacle, el espacio público se evaporó tomado por la informalidad, la subnormalidad urbana sigue casi intacta, el mototaxismo con toda su complejidad emergió como fenómeno y, para completar, factores como la guerra interna y el narcotráfico dispararon en la ciudad las estadísticas de desplazados, de desmovilizados paramilitares y de criminalidad.

El reverso positivo de esta aterradora realidad son las señales de recuperación de la economía local, especialmente de la construcción y de ciertos renglones exportadores, sin que ello alcance a superar la tragedia del desempleo y el subempleo.

El diagnóstico podría ser aún más crudo. Porque cada día crece la desesperanzadora certeza de que los problemas de Barranquilla se agigantaron y desbordaron a las instituciones. Una devastadora manifestación de ello es esta especie de ‘epidemia de la muerte’ que se tomó toda la geografía distrital y metropolitana y que nos está conduciendo a creer que morir aquí de muerte natural es un privilegio. Sobre la marcha porque no planifica, y con la ayuda del Gobierno Nacional y Departamental, Hoenigsberg intenta frenar esta ‘epidemia’ con una mezcla de acción policiva y militar en las zonas más complicadas, acción que para ser efectiva tendría que ir de la mano de una labor de inteligencia, capaz de desvertebrar las audaces e implacables redes del crimen.

Este desplome de la ciudad está exigiendo la valerosa actuación de una dirigencia con un conocimiento preciso de los problemas locales y una voluntad mayúscula para encararlos y resolverlos. Es urgente una propuesta dotada de un armonioso cuerpo de soluciones concretas para enfrentar con éxito la crisis local. Tal propuesta debería surgir de una convergencia que coloque a Barranquilla por encima de todo y que, naturalmente, coincida en el propósito de poner en práctica un estilo político que marque una radical diferencia con el que ha venido imperando en la conducción de la ciudad.

Convendría, en ese orden de ideas, que esta vez la coyuntura electoral de 2007 encendiera un gran debate programático y que éste vinculara activamente a la ciudadanía para estimular su democrática participación política. Sería vergonzoso que siguiéramos eligiendo alcaldes de 100.000 votos en una ciudad con un potencial de unos 830.000 electores. Alcaldes con tan precario respaldo en las urnas terminan secuestrados, como lo hemos podido comprobar, por un pequeño círculo de políticos clientelistas y empresarios usufructuarios de las concesiones y los contratos distritales.

Pienso, por esta razón, que el próximo alcalde de Barranquilla debe disponer de un amplio y sólido piso de legitimidad y gobernar sin ataduras politiqueras, pero eso implica que tendrá que ganar ese cargo con el apoyo decidido y entusiasta de por lo menos unos 300.000 electores, hecho político que sí expresaría un claro y contundente mandato popular. Sería una extraordinaria revolución que sepultaría a todos los politiqueros juntos de una vez y para siempre.

Por otra parte, la importancia del proceso electoral de 2007 exige el incremento radical de las veedurías de la sociedad civil para que haya la mayor transparencia desde la zonificación hasta la etapa final de los escrutinios. Varias ONG’s van a confeccionar un plan en esa dirección. Una decidida intervención de la sociedad civil - con el apoyo de los partidos políticos comprometidos con las buenas prácticas electorales y de las autoridades - debe apuntar a facilitarle una mayor fluidez al voto libre, tanto para la elección del alcalde como de los próximos concejales.

La construcción de gobernabilidad es clave para el desarrollo de la ciudad, pues entre gobernabilidad y competitividad hay una coherente ligazón, como lo han venido subrayando con lúcida persistencia los mejores expertos de las más prestigiosas instituciones internacionales. La implantación de un moderno modelo de gobernabilidad en Barranquilla depende de que se abra paso un nuevo proceso de cambio. Y para ello tendría que irrumpir sin temores reverenciales un osado grupo de líderes políticos renovadores y también producirse una masiva y aplastante reacción ciudadana que opte por un cambio radical en la forma de gobernar la ciudad.

Alcaldía de 300000 votos

En un análisis muy serio y una lectura muy detallada entre líneas de los procesos electorales, el periodista H. Brieva en su columna de agosto 28 de 2006 nos propone una formula para terminar de una vez con estos alcaldes de ghettos elegidos últimamente por los ciudadanos de esta ciudad, Barranquilla. Necesitamos de candidatos de mas de trescientos votos para que su espectro laborioso sea más amplio.

No mas alcaldes de ghettos elegidos con el mínimo de votos necesarios y que solo sirven y acatan las ordenes de ese reducto, target o nicho que lo llevo a manejar las riendas de la ciudad. Ejemplos hay varios y algunos de nefasta recordación como los despilfarros en compras suntuosas y supervaloradas de inmuebles, sobrepago de liquidaciones a trabajadores inexistente o no laborantes de nuestro distrito, en fin.

Así, amigos míos, preparémonos desde ya para saber por quien votar, quien será capaz de ponerle el cascabel a esta administración que armada de muñecos bien armados, proponiendo el oro y el moro y maquillando una urbe - que lo que necesita es un cambio extremo - deja a un lado la inversión social en puntos específicos como la salud y sobretodo la salud infantil.