CRÓNICAS del REBUSQUE

29 agosto 2011

NADA PRESS es una crónica urbana craneada por Aníbal Tobon, que circula por la red anexa a muchos mail. Por considerarla de interés compartimos la lectura de esta llamada Crónicas de Rebusque; algún comentario o sugerencia remitirla a su autor. 

“No decimos la verdad pero tenemos la razón”. Agencia de noticias inoficiosas fundada por Gonzalo Arango. Sale corriendo una vez por mes. Originales sin recibir no serán devueltos. Brutos abstenerse de leer.

CRÓNICAS del REBUSQUE. Los buses de Barranquilla son una vaina seria. Hace algún tiempo Adlai Stevensson envió un correo donde la cambiaba el nombre a algunas de las empresas. Creo que una se llamaba Coochofalo, por la “colocación de póliza” que le hacían a las jevas en el apretujón. Y no sé si le contesté, pero pensé que Sobusa debería llamarse Seabusa. Por mil y una razón que ustedes entienden.

Pero, lo que motiva este Nada Press es mirar a los buses como templos consumistas ambulantes. Y cómo el rebusque se los ha tomado, a falta de políticas del estado en materia laboral. Según la diccionárica definición del chiquito Larousse, rebusque viene de rebuscar, acción que significa repasar un terreno de cosecha, buscando lo que no se encontró en la recolecta inicial. También habla de rebuscamiento, que es una afectación del estilo, por eso hay poetas rebuscados.

En la colombianización de la palabra lo que se quiere decir es: una manera alternativa de “ganarse” la vida. Como si la existencia fuera una lotería… y hasta es posible que lo sea. Ya dice la canción que “la vida es una tómbola” y sostengo que a las canciones hay que creerles. Pero no nos andemos con más balotos y vamos al meollo de la relación que hay entre los buses y el rebusque.

Desde que uno se sube al bus se da cuenta que es un mercado ambulante. Hay de todo como en la viña del Señor: Están los que se suben a vender papitas, agua, dulces, cocadas, bolsas para basura, bolígrafos, pasatiempos o estampitas, y todo en nombre de algo. Puede ser un desplazado clamando justicia en la venta de su producto. Un padre que tiene una familia que mantener, un creyente que ayuda a drogadictos y alcohólicos. Algún que otro en busca del dinero para la “patraseada” o quizás alguien que realmente no ha comido en dos días, qué digo, en cinco días.

Hay otros que no venden sino la carapelá de la pena. Algunos son timadores de la fe pública, otros tan “llevados” que no tienen ni para comprar un producto para vender. También están los músicos de todas categorías. Desde los raperos jovencitos que pregonan su mensaje a cambio de unas monedas, hasta vicarios que cantan vallenatos y boleros unos con buena voz, si es en la mañana, y otros sin son ni ton pero en “la lucha por la vida”, como repiten.

Saco del listado a los que se montan, muestran una terrible cicatriz en el estómago, dicen que acaban de salir de la cárcel y están “pidiendo pa`l pasaje pa´ mi pueblo, sin tener que hacerle mal a nadie”. Y las primeras asustadas que le dan unas monedas son las más viejitas del bus. Ah, y también saco del listado a los cristianos que se montan a “dar su testimonio” de una vida de pecados y bajezas, ya que solo regalan su culpa. Y eso realmente ni siquiera precio tiene. ¿O sí?

Hay que tener en cuenta a los que por fuera del bus, también hacen negocio a sus costillas, o a sus llantas, mas bien. Hablo de los manes que en ciertos paraderos les venden monedas por billetes a los “roba vueltos”. Y también hablo de los “tiempos” extraoficiales que tienen muchos, en que no le controlan el tiempo al bus, sino que hacen unas extrañas señas que al chofer le indican: “dos minutos y degüello” (es como hacer la v de victoria y pasarse los dedos por el cuello). A esos manes también los “ferchos” le pagan una especie de peaje. Y aquí saco del listado a los limpia vidrios de los semáforos, porque esos no le limpian vidrios a buses… “ni más faltaba encaramarse allá”.

Pero sí hay que contar el más raro, por lo menos, de esos rebusques de bus. Aunque también se lo pueden aplicar a todo tipo de carromatos, menos a los de tracción animal o los de atracción carretillera. Son los que garrote en mano y generalmente descamisados, le toman la presión a las llantas con unos golpes que retumban en el interior del vehículo. La mayoría tiene sus apostaderos por los lados del centro-mercado, pero ya hay imitadores por otras partes de la ciudad.

Claro está que el rebusque es una forma de ingenio, “de echá pa`lante en la vida” que les toca a los que poseen poco, no poseen nada y a veces hasta un poquito menos de eso. Esos que no tienen resuelta la comida del día. Esos que ciertamente tratan, por lo menos, de trabajar sin recurrir a delitos violentos. Es que también es jodido tener hijos pequeños “sin pan para su boca” y no hacer cosas desesperadas. Y con esto dicho, me voy de rebusque con mis palabras…

Quiero dejar constancia me pueden piratear este Nada Press, ya que yo se lo he pirateado a la vida. Es que desde hace rato andan navegando unos filibusteros, que no piratas de Jack Sparrow que son simpáticos, que reenvían Nada Press presscisando que es de ellos. Así que ya lo saben…

Irresponsablemente: Aníbal Tobón, al nivel del Bar de Salgar. 2011

1 Comentarios:

Elizabeth dijo...

Ciertamente el rebusque es cada vez mayor, sobre todo en las principales ciudades del país. Muchas de estas personas que mencionas realizan su trabajo de una manera honesta, trabajan aun superando sus fuerzas humanas y cumplen con una extensa jornada que, en un trabajo forma, seria algo ilegal!. Pero muchos otros trabajadores que viven del "rebusque" según ellos, se aprovechan de el apoyo de los pasajeros, contando historias llenas de mentiras y cambiándolas cada vez que se suben a un nuevo bus. Otros, sin tener la necesidad, venden y ganan un buen dinero, quitandole la oportunidad a aquellos que realmente viven de un rebusque.

Como pasajeros y personas que contamos con un estilo de vida estable podemos colaborar con el trabajo de estas personas, ya que por lo menos trabajan y no roban