Ay mi Barranquilla…

08 febrero 2011

Que haremos con estos decoradores de cotidianidades, mucho bla bla bla y la gente aun les come cuento. Pero por mas que a las cortinas las desplieguen a pleno sol y traten de ocultar algo la verdad siempre saldrá a la luz.

Ese decreto estuvo engavetado; que cual? el que limitaba el transito de motos en la ciudad, ese; bueno como decía, ese decreto estuvo engavetado esperando la ocasión precisa; se lanzo el decreto preparando el terreno para que cuando se dieran las declaraciones de las empresas operadoras del Sistema de Transporte Masivo de Barranquilla que alegan que hoy este negocio es insostenible. todos indirectamente culparan de ello a los sistema de transportes alternativos.

Por eso era y es que los mototaxistas – unos cuantos y que a lo mejor tenían su libreto aprendido – atacaban las obras del Transmetro, a lo buses, a los paraderos; Eran mercenarios a sueldo para que las empresas se ampararan en el desorden publico y cobijarse con la misma cortina que habían desplegado: cerramos el chuzo por la peligrosidad de transitar mientras suscitan las protestas de los mototaxistas, el gasto en reparaciones y demás es muy oneroso e insostenible. Esa era la jugada maestra.

Así lucían cuando sacaban pecho por las ciudad antojándonos de que por fin nos acercaríamos al silo XXI, pero no, todo eso quedo en veremos. Y yo no se tu
pero a mi me parece que no son lo mismos.

Y esa inmensa cortina que genero espacios de miedo en la ciudadanía que ni a los desfiles de precarnaval pensaba asistir, pues la ciudad seria tomada e incendiada, arropaba también a los estafadores que timaron a tanta gente en las laderas de Campo alegre y Miramar; ya nadie habla de eso. A los que miden con el mismo metro con que midieron la luz del puente de los agachaos y dicen sin sonrojarse a pesar del calor que la nueva avenida, carrera 46 B, tiene un ancho de tres metros y medio.

Ah y nosotros, bien, viendo la cortina esa de las mascaras chinas de marimonda y tu?

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2 Comentarios:

Anónimo dijo...

La mala fortuna de la ciudad consiste en que sus dueños siguen haciendo creer a todos que Barranquilla es el mejor vividero del mundo. No importan sus calles completamente destruidas, el asfalto inexistente, ridículos y millonarios puentes a medio hacer, arroyos arrastrando gente y carros, calles oscuras e inseguras, servicios públicos de pésima calidad, entre muchos males de los que el barranquillero ni se entera por andar "cogiéndola suave" y pensando todo el tiempo en guachernas y marimondas.

Mr. Brownie

Aretino dijo...

Gracias a todos por sus comentarios y ese correeydile :D