Ante la falta de entereza cojones para denunciar lo oneroso de los impuestos, el robo al erario, las patadas de ahogao del Gobernado Verano; las charadas de nuestro alcalde. La inoperancia de la justicia y la falta de resultados de la policía nacional en lo referente a la seguridad, la vida le ha dado a los ‘columnistas’ del patio dos sucesos para que se desborden en palabras a diestra y siniestra.
Dos sucesos que parecieran estar unidos por un cordón umbilical invisible pero que a la larga convergen en uno solo. El mar, el muelle, el atardecer y Meira.
Y yo también como la tarde toda me tornaré dichosa para quererte y esperarte. Iluminada de tus ojos vendrá la luna, vendrá la luna por el aire.
A raíz del desmembramiento del Muelle de Puerto Colombia y su dejada al vaivén de las olas su cabecera cual barco sin timonel que en una noche de estas arribara a cualquier puerto del Caribe a quejarse de nuestra desidia, ha corrido tinta y tinta como si hubiese sido algo fortuito y no una tragedia anunciada, lo mismo ha sido con nuestra poeta.
Tomado de La ceremonia del adiós / Por Diego Marín ContrerasTú estás aquí, la muerte es una ficción inútil, la última coartada de los débiles: solo la vida existe, y terca, empecinadamente, se expresa en la poesía, que es el lenguaje de Dios, en la poesía de una niña rebelde que comió muchos chocolates, demasiados, y le dio mal de estómago, y escribió muchos versos, y vivirá para siempre.
Dejada al olvido por los estamentos estatales, dejada al olvido – tal vez por esa edad del cuerpo que no nos permite ser activos como antes - por los estamentos distritales en lo que a cultura se refiere, solo hoy, a raíz de su deceso desempolvamos poemas, frases e imágenes atemporales para rendir homenajes póstumos a quienes los merecieron en vida cada día de su vida. Paz en tu tumba.
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