Bueno, ya basta de rasgarnos las vestiduras. Ya basta de si si, de si no; los culpables, por más que sean señalados negaran su traición y venta del Dios Momo al mejor postor.
El otro año serán nuevos retos y ojala tengamos las agallas de retomar la senda perdida entre este laberinto de marcas y estrellitas de quitar y poner y logremos ver al final del túnel el Carnaval que todos llevamos marcado con cruces de maicena y cicatrices de ron en nuestro imaginario.
Ahora disfruten de estas imágenes, algunas cedidas especialmente para este sitio por Pedro Cárdenas (Peruano), fotógrafo profesional.
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