Ni cuando se vistió de agua, ni al maquillarse, ni al sentir el placer del pintalabios recorrer su boca y la presión del brassier sobre su tórax, tampoco al calzarse las zapatillas logro dejar de pensar que después de ese sábado de carnaval nadie lo volvería a llamar señor V., sin dejar de colgar una bufa sonrisa en el ambiente.
Cuento breve de la serie EMPARRANDAMIENTOS.
2 Comentarios:
Lo siento, creo que no entendí... de todas formas saluditos :)
no sería mejor: "NO SERAS PROMISCUO" ?
Digo yo
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