Desidia

La historia se debe leer o aprender para no repetirla pero acá pareciera que no, que la historia hay que desparecerla como si fuera un falsopositivo que no señalara nuestros errores. Un monumento que en cualquier otra parte del mundo fuera motivo de turismo, de mercadeo, de logo de un imaginario aquí es menospreciado y como de papaya se extermina.

Como dicen ellos, en algún momento un #emprededor visionario pensó  que esta bahía reunía la condiciones para que recalaran barcos y se convirtiera en entrada de un futro que se desarrollaba allende las fronteras y que aqui aun no visionábamos. Se emprendió la tarea pero los enemigos hicieron hasta lo imposible por lograr su cierre; dinamitaron la llamada Isla Verde logrando que con esto se sedimentara dicha bahía y especulando con esto lograron abrir un puerto fluvial en la ciudad de Barranquilla que se ha tragado cualquier cantidad de dinero y aun hoy adolece de las mismas fallas cuando fue pensado. El acceso a través de las llamadas Bocas de Ceniza de los barcos hasta el sitio donde esta ubicado se sedimenta por lo que hay que estarlo dragando a cada rato ¿Adivina de quien son las draga y quien tira los contratos?

Y allí como testigos de mil amores, de desengaños y puerto seguro de fugitivos permaneció a la buen da Dios; Inclusive aquellos que en su momento lo tuvieron como su única tabla de salvación, el puerto donde llegaron engrupiendo a los locales y tomando todo para si se olvidaron de él. Una placa colgada ahí, intento en su momento paliar ese olvido.

Y así siguió haciendo presencia en ese imaginario costeño. Viviendo de anécdotas de interioranos que veraneaban allí o de forasteros enamorados de todo lo que se moviera y lo que no.

Hoy la realia es otra; se cae a pedazos, y mientras lo hace muchos vaticinan su futuro. Ya la desidia decidió demolerlo; la plata que enviaron del Ministerio de Cultura o de Patrimonio nadie sabe donde esta o ya se la gastaron en estudios que es la manera eufemística de llamara robo al erario.

Dicen que hay una campaña para recoger todas las canciones que lo nombran y quemar toda la prensa que lo ha reseñado. La idea es convertirlo en una leyenda popular para que cuando alguien pregunte solo diremos: dicen, a mi no me creas que fue un cuento inventado por unos lugareños para sacarle plata al estado pero ese tal Muelle nunca existió.

ADENDA: Parece ser que los costeños deseamos borrar todos esos iconos que nos podrían referenciar. Sucedió con el llamado Cañón Verde, desenterrado y colocado allí, al pie de la estatua de El Libertador, estorbando. Sucedió también y fue contado como una anécdota estúpida el perplejismo de una dama encopetada el día de la inauguración del edificio de La Aduna y al ver la prensa del Archivo Histórico comento en voz alta que porque tanto periódico viejo, si no habían nuevos o revistas como Vanidades o Cosmopolitan que no afeaban el recinto. Así es nuestra sociedad, donde nosotros los investigadores no tenemos ni voz ni voto.

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*Las imágenes fueron tomadas del sitio de facebook de Helkin Nuñez

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