Este articulo nos fue remitido por Gilberto Marenco Better para su socialización en Caribania_magazine por considerarlo de interés y vigente lo publicamos y esperamos sus comentarios.
¿Salvar el carnaval?. Los barranquilleros nos hemos acostumbrado a ser ciudadanos manejados por los medios electrónicos y por los chismes y rumores. Cada quien va acomodando sus propias miserias para sacarle partido a las cosas.
Todo lo malo que sucede en nuestra ciudad es producto según esos sabios de papel, de los políticos corruptos...del cura...de Caiffa...de Hoenigsberg, de los concejales de medio pelo, de los Name, los Gerlein, los Cepeda... en fin. Si un juez determina que la empresa que venía manejando el carnaval tiene vicios de legalidad , salen los puros de corazón a señalar que esto es buscado por los políticos que quieren "QUEDARSE CON EL CARNAVAL".
Hay editoriales, hay columnistas, hay especialistas que se rasgan las vestiduras, diciendo que llegó la HECATOMBE, otros que desde la perspectiva de la administración distrital y de su supuesto conocimiento de las festividades del dios momo, dicen sin sonrojarse "nosotros podemos manejar el carnaval". (¿?)
Y esgrimen que efectivamente el carnaval está en peligro. Si miramos retrospectivamente nuestras fiestas, muchos hacedores del carnaval y "lideres" de grupos folclóricos fueron asimilados y neutralizados por la Fundación Carnaval de Barranquilla desde la época en que el difunto León Caridi, sacaba de su billete para patrocinarlos.
En el momento en que asumió Guillermo Hoenigsberg a la alcaldía, se oficializó por parte del gobierno distrital la entrega de auxilios a los grupos y asociaciones, independientemente si eran favorecidos o no por la Fundación de carnaval. Algunos hasta bloquearon un piso en la alcaldía "exigiendo sus derechos vulnerados". Inclusive Agfa me declaró "persona no grata", por no haber asistido a una asamblea general, eso auspiciado por personas que siempre he considerado como serias y responsables.
Entre 2004 y 2007 el distrito entregó $1.684.811.834 a los hacedores y grupos folclóricos del carnaval, incluido Moisés Imitola que en una carroza que paseo en la lichiga guacherna diurna del sábado 5 de julio, dice que el distrito ha aportado cero pesos al carnaval. Pregunto ¿la cesión del espacio público que explota Carnaval SA no produce dividendos?
Pero la prueba está en el álbum del grupo que organizó la marcha. Son imágenes coloridas, pero tristes. Decadentes. Por eso transcribo lo que escribió Joaquín Mattos Omar en su última columna Momo no es bobo
"Lo mejor que tuvo el desfile de carnaval que se realizó el sábado pasado por la carrera Cuartel, partiendo de la calle 72 y rematando en la Plaza de la Paz, fue la rara y mágica sensación de anacronismo que produjo.
De repente, hacia las cuatro de la tarde, sentimos que ese sábado rutinario y laborioso de julio era sustituido por un jacarandoso sábado de carnaval. Esta súbita intromisión de febrero en plena mitad del año, fue como si hubiésemos abordado la máquina del tiempo de H.G. Wells y ejecutado en un instante un viaje de una época a otra.
Pero cuando el desfile acabó de pasar delante de mi casa y el sonido de las flautas de millo y de los tambores se fue alejando cada vez más hasta volverse un eco apenas si audible, fui descargado de nuevo a tierra y comprendí entonces que aquél no había sido propiamente un desfile de carnaval sino una marcha política.
Resultaba evidente, en efecto, por las parodias puestas en escena en pequeñas plataformas rodantes y por los diversos mensajes escritos en pancartas y carteles, que se trataba de una protesta contra la posibilidad que se ha abierto de que la empresa Carnaval S.A. sea disuelta y, en consecuencia, de que la 'operación' de nuestras máximas fiestas pase de nuevo a la Administración Pública local."
Yo estuve viendo el desfile y sentí pena ajena, a pesar de ser barranquillero nacido en el barrio San Isidro. Si esa es la convocatoria para salvar el carnaval, quienes irán cuando Mockus nos convoque para sus talleres lúdicos, a fin de justificar el contrato que por 900 millones le dio nuestro bien amado burgomaestre.
El carnaval no morirá por que su misma esencia es lo popular y dejémonos de maricadas y de tanto sindicato y asociación filibustera y regresemos las fiestas del dios momo a nuestros barrios, para que se salvaguarde de tanto sabio de pacotilla. Gilberto Marenco Better.