Alcaldes de Barranquilla

06 abril 2008

En un informe publicado por el periódico El Heraldo acerca de la gestión de los alcaldes que hemos elegido para regir los destinos de esta ciudad manifiestan que la debacle comenzó de salida. La primera elección dio como resultado que el periodo se dividiera entre dos de ellos por problemas con los votos. De ahí en adelante pare de contar. Por considerarlo de interés publicamos la lista de ellos con sus 'logros'

ADVERTENCIA: No corresponde esta lista a ningún ranking.

Jaime Pumarejo Certain, 1988-1989
Fue el primer alcalde popular de Barranquilla, y llega como una persona perteneciente al sector privado, al margen de la clase política que hasta ese momento manejaba la ciudad. Entre sus obras se recuerdan la pavimentación de la calle Murillo y la vía de La Cordialidad desde la entrada al barrio El Bosque hasta la carrera 10. Según el analista Jairo Parada, en el campo de las finanzas públicas fue una gestión positiva, porque dejó al Municipio con superávit. Se le recuerda también porque trabajó en la recuperación del espacio público, y fueron famosos los operativos de eliminación de fruteras en los bulevares.

Gustavo Certain, 1989
Solo gobernó seis meses, después que el Consejo de Estado lo declaró ganador al anular varias mesas de votación en la ciudad. Tuvo muy poco tiempo para adelantar gestión.

Miguel Bolívar Acuña, 1990-1991
Se caracterizó por no firmar contrato alguno, que le pudiera acarrear demandas posteriores. Por eso no registra obras como Alcalde. En este período se da la liquidación de las Empresas Públicas Municipales.

Bernardo Hoyos Montoya, 1992-1994
Este primer gobierno del ‘cura’ Hoyos fue muy favorable en expansión de los servicios públicos, pues se tendieron redes de acueducto y alcantarillado al suroccidente, hubo construcción de vías (calle 17). Se le reconoce haber reivindicado el sur de la ciudad, que no existía para un buen número de barranquilleros. Como aspecto negativo se le cuestiona por la división que causó en la ciudad, entre norte y sur, como elementos irreconciliables.

Bernardo Hoyos, 1998-2000
En este período explota el problema de las finanzas públicas de la ciudad, de allí que la salida es concesionar todo, se detienen las obras y no se ejecuta mucho en infraestructura ni en cobertura de servicios públicos. La ciudad y la Administración Distrital se deterioran completamente. La segunda administración de Hoyos fue también capturada por los grupos clientelistas de la política local.

Edgard George González, 1995-1997
Llegó como el sucesor de Hoyos Montoya, pues pertenecía a su grupo. En él se cifraban muchas esperanzas de los barranquilleros, que no pudo cumplir, en opinión de Jairo Parada, porque terminó capturado por la clase política tradicional. Cometió el mismo error del gobierno Hoyos, de gastar por encima de lo presupuestado, sin preocuparse de las finanzas públicas. Ejecuta algunas obras de infraestructura, pero deja una deuda superior a la que recibió de su antecesor.

Humberto Caiaffa Rivas, 2001-2003
A su llegada al gobierno había esperanzas de que iba a ser factor de orden y renovación. Empieza aceptando la realidad de las finanzas públicas; tuvo que aceptar la Ley 550. Sin embargo, cuando se esperaba un viraje frontal frente a las concesiones, él lo que hace es renegociarlas y las prorroga. Su gobierno es calificado como plano por Alexandra García, pues lo que hace es “dejarse llevar por la corriente, se limita a hacer lo que le toca, pero no genera cambios o transformaciones”.

Guillermo Hoenigsberg, 2004-2007
En este gobierno hubo ‘creatividad’ institucional en el sentido de generar entes públicos con una gran cantidad de burocracia. En este caso pensó en la inmediatez, sin tener en cuenta qué podía pasar hacia el futuro. Su meta era construir un movimiento político desde el Distrito y para eso había que agigantar el gobierno, entregar contratos, pagar deudas. Finalmente lo consiguió, porque eligió tres concejales y un diputado. En la práctica obtuvo sus frutos, aunque fue desastroso para la ciudad. Jairo Parada cuestiona la institucionalidad en este gobierno porque la mayor parte de las decisiones, que correspondían a los secretarios, eran tomadas por el propio Alcalde. “Fue un período donde la centralización de las funciones administrativas fue total”, aseveró.

Alejandro Char, 2008-2011
Solo lleva dos meses y medio en el gobierno en medio de muchas expectativas de la ciudadanía barranquillera. Los primeros pasos que ha dado para mejorar el escenario financiero del Distrito son calificados como acertados por el economista Jairo Parada.

4 Comentarios:

Anónimo dijo...

lo simpático es que no apracen las palabras, "preso", "detenido", "fraude", "peculado", "desfalco", nada de eso, el articulo es blando, no?

Aretino dijo...

Bastante blando y como conciliador. Y me parece que es lo que le falta a la historia de esta ciudad; personas que de una u otra manera nos enfrenten a la verdad.

Es utópico porque si eso da la plomonia hace estragos en el medio.

Anónimo dijo...

senor alcalde como hacemos por que nos sentimos muy satifechos con su gobierno es muy bueno para los ciudadanos barranquilleros

Sinceramente
Rodrigo Jaimes Z.

Anónimo dijo...

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